Usamos cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia como usuario. Al hacer clic en cualquier enlace de este sitio web usted nos está dando su consentimiento para la instalación de las mismas en su navegador.
Más información

PROYECTO DE RECUPERACION DE HUMEDAL Y TRANSFORMACIÓN EN BALSA-REFUGIO DE LA PARCELA AGRÍCOLA 53/446

La parcela que nos ocupa es la 53/446 sita entre los términos Orzacal y Muga de Gallipienzo del municipio de Cáseda.

la foto1

Fue cedida por el Ayuntamiento de Cáseda en Sesión Plenaria a la Asociación de Cazadores para su recuperación y transformación en Balsa Refugio de Flora y Fauna.

Es un lugar de manantío, de suelos encharcados y salinos, totalmente colonizada por carrizos que ocupan toda su superficie y que impiden el aprovechamiento agrícola, pese a varios intentos a los largo de los años, y de la vida animal ( no se observa ningún tipo de nidificación ni estancia de aves, mamíferos, anfibios o reptiles).

Este humedal aunque de escasa superficie ( 16.295,99 m2) y prácticamente desconocido, puede ser un lugar importante para la conservación de la biodiversidad a escala local, aportando un punto de humedad utilizado como refugio, lugar de reproducción o bebedero por la gran cantidad de fauna. Además, una vez transformado, supondría una alternativa para el reportaje de agua de los medios, tanto terrestre como aéreos, que participen en los incendios forestales que puedan producirse.

Durante muchos años era habitual por esta zona la presencia de ánades azulones, ansarones comunes, avefría europea, poblaciones que se han desplazado en su totalidad a las zonas limítrofes de Carcastillo, Figarol y Sádaba donde hay extensas plantaciones de arroz.

Esto, sumado a la desaparición casi absoluta del conejo de monte, antes tan abundante, ha producido un desequilibrio  de la fauna de la zona obligando a los depredadores típicos: zorro común, águila perdiguera, águila calzada o las recién introducidas por el Gobierno de Navarra en el programa de reforzamiento de la población del águila de Bonelli a alimentarse de palomas, codornices, perdices y liebres.

Es posible que con la actuación prevista, y en unos pocos años, se produzca una afluencia de diferentes especies de aves. Podríamos lograr asentar especies sedentarias que vivieran en la laguna todo el año como los azulones, fochas, zampullines, aguiluchos laguneros y otras aves limícolas.

Así mismo se podría llegar a ver en la laguna diferentes tipos de culebras, así como lagartos y tortugas. También sería fácil la introducción espontánea de diferentes tipos de anfibios.